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El garbanzo en todas sus presentaciones es una de las fuentes proteicas preferidas. Por su sabor, su versatilidad y sus propiedades nutritivas como su alto contenido de fibra y minerales tales como fosforo, hierro y magnesio. Esta receta es muy fácil y puede hornearse o simplemente asarse en un sartén para limitar así la cantidad de aceite. Yo uso aceite de coco, solo unas cuantas cucharaditas y es suficiente para mí. Sin embargo, puedes freírlo en aceite vegetal como la receta original, solo que te recomiendo que el aceite este bien caliente para que no absorban tanto aceite.

 

​Los ingredientes son:

 

400 gms de garbanzo ya cocido

 

1/2 cebolla

 

1/2 pimentón verde o rojo

 

1 manojo de cebollín

 

2 cdtas de sal marina

 

2 cdtas de semillas de sésamo

 

2 cdtas de comino molido

 

3 cucharadas de semillas de chía recién molida

 

5 cdas de avena en hojuelas o harina de garbanzo

 

un poco de aceite de coco o aceite vegetal si vas a freírlos.

 

El procedimiento es muy fácil y solo se debe mezclar en un procesador o licuadora hasta obtener una masa más o menos homogénea, con trocitos de vegetales y garbanzos aún.

 

Fórmalos a tu gusto y ponlos en el sartén unos 4 minutos por cada lado.